La Panda de Verdiales

 

La fiesta de verdiales es interpretada por grupos de músicos conocidos como pandas, si bien dicha denominación sólo se le aplicaba antiguamente durante los días de Pascua, donde con dos guitarras, dos platillos, un violín, un pandero, una bandera, un alcalde y el caracola, se trasladaban por los distintos cortijos de los Montes de Málaga para dar punto y final a su andadura en el concurso del día 28 de Diciembre.

En la actualidad la mayoría de pandas tienen un mínimo de catorce participantes, distribuidos en: un alcalde, un violín, cuatro guitarras, un laúd (cuando se toca al estilo de Comares), cuatro platillos, un pandero, una bandera, baile entre dos y ocho componentes.

 

 El Sombrero

Es durante la Pascua, cuando el fiestero se reviste de autoridad. Y para testimoniarlo, luce el principal emblema de la misma: la corona; simbolizada por un abigarrado sombrero cuajado de flores y abalorios.

 

 

 

 

El Violín

Es el protagonista de la melodía, la nota de distinción de la panda hasta el punto de que antiguamente se conocían algunas pandas por su violinero; es el guía de la “lucha” de verdiales, marcando el comienzo y el final de esta. Melismas y notas que se van desgranando por sus tres cuerdas, prima, segunda y tercera. La cuarta no se usa, pues la melodía no está concebida para ello.

 

 

La Guitarra

En número de tres o cuatro, acompañan al violín con aterciopelado rasgueo y compás continuo. Desde la Edad Media se conocen dos maneras de tocar la guitarra, rasgueada, al modo castellano Medieval y  punteada, como reminiscencia del laúd morisco. Por ello, no es casual que la fiesta comareña, pueblo morisco por excelencia, destaque por el punteo de sus guitarras.

Laúd o bandurria

El laúd, de origen árabe, se incorpora a la Fiesta de Comares como instrumento de cuerda con melodía propia. Se convierte en el complemento perfecto del violín dotando a la fiesta comareña de una gran riqueza melódica de claro sabor morisco. Su antecedente es el «ud» árabe de cuatro cuerdas que llegó a Andalucía con las primeras invasiones musulmanas. A veces, suele ir acompañado de la bandurria, instrumento de similares características aunque de origen cristiano medieval.

 

El Pandero

Si el violín constituye la nota distinguida de la panda, el pandero es la base de la fiesta. Todos los instrumentos se someten a su ritmo y marca las pautas del compás con sus rajados y golpes convirtiéndose en el auténtico alma de la fiesta.

 

 

Los Platillos

Son dos pequeños discos de bronce, de nueve o diez centímetros de diámetro y privativos de verdiales, trovos alpujarreños, cuadrillas murcianas, rondas manchegas, chacarrá de Tarifa e Iznajar, etc. Y su toque se ejecuta golpeando uno sobre el otro por la parte hueca, siguiendo el ritmo que marca el pandero.

 

 

Castañuelas o palillos

Las castañuelas son el instrumento de percusión que lleva el baile, acompañando con su toque el ritmo de la fiesta y del baile.

Están adornadas con lazos coloridos que se mueven alegremente al ritmo de la música y el baile.

Las llevan hombres y mujeres, van puestas y tocadas en el dedo que más cómodo es para los “bailaores”.

 

El Alcalde

Es un hombre que goza de cierto prestigio social, quién convoca una “junta” de fiesteros hacia el día de San Andrés. En el transcurso de la misma, elige y conforma su panda, al frente de la cual se iniciará el recorrido fijado para los días y noches de la Pascua.

Se convierte en la autoridad comúnmente admitida por el grupo y el referente de la panda en cuestiones de: itinerario, rifa, a él deben dirigirse el rifaor o cualquier otra persona interesada; choque, en caso de producirse un encuentro con otra panda, él decidirá si hay “guerra” o no.

Estas andaduras ya quedan lejanas a los alcaldes de hoy día, que se limitan a convocar a los fiesteros, y señalar cuando se toca, donde, quien canta, y cuando empieza y termina la lucha.

Vara de mando

Es el símbolo que lleva el alcalde de la panda y con el que ordena los pasos de la fiesta, con sus movimientos.

Antiguamente el material del que se hacia esta vara, era de “pijo” de toro disecado y forrado con cintas y lazos; actualmente también se usan otros materiales como puede ser un trozo de goma, caña o de palo.

 

El Caracola

Figura lamentablemente desaparecida de las pandas al irse difuminando hasta perderse la finalidad que cumplía, aunque actualmente se intenta su recuperación. Es el fiestero que, portando una gran caracola marina adornada con cintas de colores, la hace sonar cuando una panda se aproxima a un cortijo o a una venta para avisar de su llegada. Para el dueño de la casa era un auténtico orgullo y un honor el oír, en la lejanía, ese sonido largo y penetrante del caracol que se iba aproximando a su hogar, visita muy esperada todo el año y que se consideraba un privilegio.

 

El Abanderado

Marcha junto al alcalde, al frente de la panda. Porta y baila una bandera, generalmente nacional, aunque con la llegada de la democracia, se usan también la andaluza y la de Málaga. Pero lo relevante no es el color de la misma, sino la imagen de la Virgen que figura en el centro, casi siempre la Virgen de los Dolores y en otros la patrona del lugar de procedencia de la panda.

 

El Baile

“Es en el baile donde se advierte, mejor que en ningún otro elemento que conforman el mundo de los Verdiales, el origen inequívocamente pagano de esta manifestación festiva. El componente erótico que aflora en casi todo el baile de raíz popular, se nos muestra en los verdiales de forma vehemente. El vigor de los movimientos estilizados y desenfadados, no es más que la búsqueda incesante de los sexos, que se arremolinan en una danza ritual que se justifica en la llamada que precede al ayuntamiento carnal. El baile de pareja de un mismo sexo es, pues una deformación del sentido primitivo de la danza. La deformación queda justificada por las necesidades escénicas a las que a de someterse “la fiesta” cuando sale de su ancestral y telúrico refugio rural.”

(Como dice Salvador Pendón Muñoz)

“En otro tiempo atrás, el baile junto con su fiesta servia para divertirse entre los jóvenes y las familias, siendo su baile de una gran pureza y sensibilidad. También era excusa para cortejar a una joven. El baile lo forma un hombre y una mujer, el hombre con pañuelo blanco o pañuelo de hierba (pañuelo blanco con grandes rayas). La mujer con sus castañuelas en el dedo corazón. Cuando comenzaba el baile y la bailaora era cortejada por un apuesto joven, este pedía permiso al bailaor para que se quitara y ser el quien bailase con la dama, si este no sabia bailar la agasajaba con una copa de aguardiente y rosco, si la joven cortejada quería corresponderle, inmediatamente se paraba el baile, se tomaba el aguardiente y el rosco y continuaba el baile, esto significaba que se gustaban el uno al otro.” (Como dice Mª Victoria Romero Mérida)  

El baile puede interpretarse de tres formas, individualmente, por parejas o de tres personas.

  1. Individualmente: en este el “bailaor o bailaora” lo que  hace es bailar con una bandera, como si esta fuese su pareja de baile, de ahí que su nombre sea “Baile de Bandera”, es bailada por un hombre o una mujer, siendo de una gran dificultad y de gran esfuerzo, los movimientos de esta son precisos y muy rápidos.
  2. Por parejas: tradicionalmente, este baile lo hacían un hombre y una mujer, se dice que las parejas que bailaban eran novios o que el hombre que sacaba a bailar a una mujer era porque la cortejaba.
  3. Baile de tres: más conocido como Trenzaillo o zángano, por realizarlo un trío formado por un hombre y dos mujeres; el hombre es el que manda en este baile  y es el que echa la mudanza por lo que tiene que existir una gran complicidad entre los tres a la hora de bailar.

Actualmente proliferan los grupos de baile formados por más de tres personas o por combinar el “Baile de Bandera” con más “bailaores”.

Las mudanzas son de libre ejecución por lo que destaca la belleza de su naturalidad y el arte espontáneo que demuestran las parejas, exento de estereotipos academicistas.

“Pero si antes decíamos que ha evolucionado, hoy tenemos tendencia a deformar el baile. No es tan puro como antes, sé cambia las mudanzas de un estilo de verdial a otro, debido ha que no se tiene demasiada información de donde procede cada mudanza, de que estilo de los tres es dicha mudanza.”

(Como dice Mª Victoria Romero Mérida)

 

Las Coplas

Se cantan cuartetas o quintillas octosílabas de rima asonante, como corresponde a cualquier fandango. Una de sus características más hermosas era que solían ser improvisadas de repente, trovadas. Antiguamente existía esta costumbre de repentizar, a veces, con requerimientos amorosos y otras, con cierta picardía, coplas dirigidas a alguien que podían ser contestadas con idéntico matiz, en un ingenioso duelo poético.